jueves, 30 de septiembre de 2010

Historiografía de la Historia

Muy pocas veces nos planteamos la importancia que este título puede tener en nuestras consideraciones históricas acerca de hechos tan "creíbles" como que nosotros somos seres humanos y nos interrelacionamos con el medio. En raras ocasiones preguntamos al escritor de algún artículo de opinión de dónde ha obtenido su información, si ha sido contrastada o no, o cuál ha sido su fuente; y mucho menos podemos pararnos a pensar en el heho de que los medios de información, ya sea la televisión, la radio o internet, puedan mentir, falsificar o incluso interpretar la información. La mentira o la falsificación de la información es un suceso que ha ocurrido a lo largo de toda la Historia de la Humanidad.

Pero, ¿puede interpretarse la información? ¿podemos interpretar la historia? ¿Acaso la historia no es la misma para todos? Pues no, realmente, no. La Historia es una disciplina que debe interpretarse desde todos los puntos de vista que podamos encontrar. Valorar los acontecimientos históricos como sucesos relacionados con los agentes sociales de una época determinada es hacer historia en todas sus consecuencias. Hacer historia es tratar de reconstruir nuestro pasado desde todo tipo de órbitas, pero simpre reales. Reales a la sociedad que vivió los acontecimientos, y reales a las personas que tratan de conocerlos y estudiarlos en la actualidad.

La Guerra Civil Española puede ser uno de los acontecimientos de nuestra propia historia que más susceptibilidades e inquietudes haya desatado en las mentes de historiadores, académicos, investigadores y amantes de la historia. ¿Acaso es la Historia más cercana a nosotros, aquella en la que se alteran nuestras sensibilidades, aquella en la que gozamos de fuentes orales, aquella que cada año tiene una fecha señalada, la que decidimos interpretar? ¿O en verdad eso no tiene nada que ver?
Considero imprescindible la interpretación de los hechos. Pero una cosa es interpretar los hechos, y otra cosa es transformarlos. Conozcamos los hechos, hagamos análisis de ellos e interpretemos su significado, su trascendencia, su valor. Pero nunca neguemos una evidencia. La Historia se entiende desde las sensaciones de los coetáneos, de la gente que la vivió; nunca desde nuestras perspectivas y espectativas. No hagamos que la Historia sea como hubiesemos querido que fuera, hagamos que la Historia sea como realmente fue.

"Cuando los acontecimientos vividos por el individuo o por el grupo son de naturaleza excepcional o trágica, el derecho (a la memoria) se convierte en un deber: el de acordarse, el de testimoniar." Tzvetan Todorov. Los abusos de la memoria.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Restos de la Historia, por Rubén Vicente Zamora Gómez, 2010 Copyright.

PRÓLOGO A LA LECTURA

Las personas que nos deparan a lo largo de esta novela son personas fuera de lo común, diferentes a lo que nosotros podemos entender como “común”. No son las propias de cualquier historia o cuento que nos hayan podido leer o hayamos gozado de su lectura; o que hayamos encontrado en una película. Son unos humanos especiales, sencillos, motivadores y dispuestos a sobrevivir.
No pretendo realizar una tesis historiográfica sobre la evolución de la prehistoria en la fachada mediterránea hacia el 15.000 a.c.; ni tampoco un
estudio etnológico, antropológico y sociológico de los mismos aspectos. Estas no son mis metas. Mis objetivos son otros, bastante distantes a lo que podamos entender como una novela. No hallamos tampoco un género definido en la obra, sólo diferentes posiciones literarias que tratan de plasmar una realidad, existente o no, en un espacio tiempo determinado.
Sólo quiero argumentar cómo pudo vivir, desarrollarse, convivir, crecer, entender y morir las gentes de una época determinada. Trato de explicar y de entender el funcionamiento complejo de estas personas, y conseguir acercarme a su pasado, pero también a nuestro presente.
Seamos lógicos. No intentemos probarlo y comprobarlo todo. Juguemos a lo contrario. Dispongámonos a acceder a una historia en la que muchas cosas son posibles, dentro de la realidad que existía en la época. Abandonemos el terreno de lo que es susceptible a crítica y nademos por un mar en el que no sea necesario el timón, el motor, ni el capitán. Entremos en la percepción de jugar con el pasado, construirlo poco a poco y dotarlo de personalidad y, sobre todo, alma.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Prólogo

     Toda Obra tiene un prólogo, un prefacio, un inicio,... ¡aunque también un fin!
     Resulta difícil definir qué es la historia. Sería más fácil decir qué no es la historia, en lugar  de lo que realmente es, lo que ciertamente supone. Por ejemplo...ehhhh...mmmmm...a ver... ¡el futbol! El futbol no es historia. El futbol es un deporte en el que unos jugadores dan pelotazos a un balón hasta introducirlo en la portería del equipo contrario. ¡Ya está! ¡Qué fácil! Aunque... bien pensado... ¡el futbol tiene historia! Clubes, premios, futbolistas, temporadas,... ¡Bueno, bueno! está bien, no es tan difícil. Otro ejemplo será mejor...mmm ¡La cocina!  ¡Sí, la cocina! Bueno, aunque... vamos a ver, seguro que alguna figura vinculada a la hostelería nos diría que nos equivocamos. 
 - Existen cocineros, academias, platos tradicionales,... ¡Es una barbaridad decir que la cocina no tiene historia!, exclamaría con fuerza.
     Esto es... Yo concibo la cocina como una ¿disciplina? ¿oficio? ¿elaboración?...¡Qué desastre! Parece más difícil de lo que parece dar una definición exacta a las cosas. Pensaba que era más sencillo. Al fin y al cabo son cosas a las que estamos acostumbrados día a día: comemos, desayunamos, hacemos deporte, vemos partidos de futbol,... Viven en nuestro entorno, pero nunca nos hemos detenido a pensar en que consisten, o más difícil, que implicación tienen en nuestra realidad social.

    ¿Qué es la Historia? La Historia lo es todo. Una disciplina, una ciencia, un instrumento,... que nos permite conocer nuestro pasado y entender nuestro presente. La Historia está en la cocina, está en el deporte, está en la medicina, en los viajes, en los negocios,... La Historia lo es todo. Muchos creen que la Historia es simplemente que en el 1789 se da la Revolución Francesa, o que en 1945 se da el fin de la II Guerra Mundial. O incluso que Lenin repose en su Mausoleo momificado su cuerpo o, mejor dicho, su idea, su  concepción de la vida. Que su vida quede perenne en la sociedad de mentes y sensibilidades venideras. Eso es la historia. Integrar el pasado con el presente y el futuro.

    Sólo puedo dar mi opinión de lo que para mí es la historia. Cada uno debe construir su propia historia a través de su pasado, y del pasado común de nuestros antepasados.

"Aquellos que no recuerdan el pasado, están condenados a repetirlo", George Santayana, hispanoestadounidense, filósofo, novelista y poeta.