miércoles, 4 de abril de 2012

EL IMPERIO DE LA FUERZA

     De vez en cuando nos llegan a los oídos informaciones relacionadas con el mundo en el que vivimos. A través de ellas, y por medio de nuestra más que relevante interpretación, valoramos su significado en un sentido u otro. Es en ese valor humano único, esto es, el de la capacidad de discernir y valorar lo que vemos y oímos, donde radica nuestra inteligencia.



     Hace poco tiempo, andaba yo por la biblioteca en busca de algún ejemplar literario que me entusiasmara. Hace tiempo que los libros ya no despiertan en mí esa hambre voraz y vespertina que antes, algunos de ellos, si provocaban. ¿Por qué? Quizás influya que todos los libros de hoy en día me parecen todos iguales: secretos de cofradías y sectas misteriosas por allí; civilizaciones antiguas e increíbles por allá; y algo de ciencia ficción por otro lado. La ley de la demanda es la que manda. Continué entonces mirando aquellos laberintos de la biblioteca, intentando perderme por ellos y naufragar en sus hojas. Me encantaba hacer eso. Fue entonces, como una gota que cae del cielo a tu cabeza y te dice que va a llover, cuando encontré el libro que buscaba. Llevaba por autor al gran lingüista e intelectual norteamericano Noam Chomsky. Supongo que muchos de vosotros no lo conoceréis aún, o puede que sí hayáis oído hablar de él. Lo desconozco. En el primer caso, me honra que sea yo el primero que os hablo de él.

     Fue entonces cuando, sin haber leído si quiera el título, me fijé en su increíble portada. Era ni más ni menos que el rostro del mismísimo presidente estadounidense Barack Obama pintado con la macabra cara del Joker. Asustaba de lleno con solo verla de lejos. Tanto que mi pareja, cuando llegó a casa y vio el libro en la mesita del comedor, su reacción no fue otra que darle la vuelta y dejar a la vista la contraportada. Era encantador como una sola imagen demostraba tanto sentimiento y tanta realidad. Quizá era esa la verdadera intención de su autor. Demostrar que el terror y la fuerza no están tan lejos como creemos, y que la mismísima maldad la tenemos delante nuestro todos los días: en la televisión, en la radio y en la calle. Solo que disfrazada, tapada y disimulada con sigilo para que no la veamos como realmente es. Como un niño pequeño que elige un libro por los dibujos que va a ver en él, no dudé ni un instante y lo tomé prestado. Nada me importaba más que leerlo y empaparme de él.

     Era mi descanso, y no dudé en salir de la biblioteca, tomar el sol y disfrutar de su lectura. Me senté en un banco cercano al edificio, con el sol calentándome la cara, y el libro en mis manos. A medida que lo leía, no podía dejar de pensar en todo lo que se decía. Hubo un momento que leí algo que me dejó perplejo:

"Las atrocidades que cometes en otra parte no existen. Y esa ignorancia puede prolongarse durante centenares de años. Tomemos el caso de Estados Unidos... ¿Por qué estoy sentado aquí? Bueno, estoy sentado aquí por qué algunos fanáticos religiosos fundamentalistas oriundos de Inglaterra llegaron a este lugar y empezaron a exterminar a la población nativa, y luego muchos otros siguieron su ejemplo y exterminaron al resto de la población nativa. Y no fue una operación a pequeña escala; estamos hablando de millones de personas". Millones de personas muertas. Y es del todo cierto. Nadie habla de los millones de indígenas del continente americano que murieron bajo el lema de una nueva tierra británica, y la sangre por batalla. Ni tampoco se habla de los cientos de miles de indígenas nativos que viven actualmente en modernizadas reservas de Canadá y Estados Unidos como si fueran un museo de la "historia muerta de América". Son las venas abiertas de un país creado en menos de tres cientos años a base de bayonetas y escopetazo limpio. Es la historia que no gusta a los americanos de hoy en día, y por ello la excluyen de la opinión pública.

     Parece ser que vivimos en el mundo de Oz. Un mundo en el que Dorothy (Estados Unidos) campa a sus anchas por las baldosas amarillas (Países Ocupados) y ayuda a sus personajes: el hombre de hojalata, el león y el espantapájaros (Gobernantes de esos países) contra los enemigos comunes. Unos enemigos que nada le importan a Estados Unidos, sino más bien su prestigio internacional y la defensa de su mundo libre. La guerra de Vietnam, de Corea, de Irak o de Afganistán han sido solo formas de perpetuar un mundo unilateral y controlado solo por los americanos.

     Estados Unidos comenzó su guerra en Vietnam hacia 1950, imponiendo desde el principio un "terror al estilo latinoamericano", en palabras de Chomsky. Y es que, en solo una década, mataron a sesenta o setenta mil personas. Las protestas no existían todavía, además de que los que estaban muriendo no eran americanos, sino vietnamitas, y a nadie le importaba. Hacia 1965, ya habían miles de soldados estadounidenses arrasando con todo en Vietnam del Sur. Como bien dice Noam Chomsky, "en el caso de EEUU conocemos hasta la última persona que perdió la vida en el conflicto; y el gran problema de la posguerra era hallar los restos de los pilotos estadounidenses". ¿Cuántos vietnamitas murieron? ¿Y cuántos siguen muriendo hoy en día (el efecto venenoso del Agente Naranja)? Los cálculos se diferencian en millones de víctimas. "No te ocupas de ello cuando eres el que masacra a otro pueblo", concluye Chomsky irónicamente.
  
     "¿Cuántos de ellos [intelectuales estadounidenses] piensan que debería bombardearse Washington por las guerras que Estados Unidos a llevado a cabo contra, por decir algo, Nicaragua, o Cuba o Turquía o cualquier otro país?" Resulta complicado interpretar algo como esto. Y es que, ciertamente, si dijéramos esto en voz alta en una conferencia o en un aula, nos tacharían de terroristas o antioccidentales. Los atentados del 11-S han quedado como una fecha señalada en la violación de la democracia y el mundo libre occidental por parte de los extremistas talibanes. Pero no paramos atención a las víctimas que día tras día mueren en Palestina o Afganistán como consecuencia de las ocupaciones americanas en esos países.

      ¿Qué es la guerra entre Israel y Palestina si no un conflicto liderado por EEUU contra el mundo árabe? Estados Unidos ha impedido qualquier acuerdo diplomático entre ambas partes desde 1970. Además, proporciona apoyo militar y económico continuo a Israel. "Cuando Israel invadió el Líbano y mató a veinte mil personas, Estados Unidos no solo le proporcionó los medios, sino que vetó las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que intentaba detener la matanza...". Pero la violencia ejercida por Israel no es violencia, pues es practicada indirectamente por los americanos. "Los Convenios de Ginebra... definen como infracciones graves, como crímenes de guerra serios..." la violencia ejercida por los americanos en Próximo Oriente. ¿Y si Saddam Hussein fue condenado por crímenes contra su propio pueblo, que estoy totalmente de acuerdo, por qué no podemos entender que los gobernantes de Estados Unidos sean ajusticiados de la misma manera? Chomsky emplea el término "demonización selectiva" para demonizar a Saddam Hussein, pero no a Bush.

     La muerte de Osama bin Laden, el terrorista más peligroso de los Estados Unidos, fue un "asesinato planificado", en palabras de Chomsky. Para América, era necesario matar a bin Laden porque era la justa y justificada venganza. Su asesinato y lanzamiento del cadáver al mar fue la opción americana, para evitar así los "engorrosos retos jurídicos y políticos". Eric Holder, fiscal general de Estados Unidos, ·"defendió la decisión de matar a bin Laden aunque no constituyera una amenaza directa para los SEAL de la marina... y que fue un asalto lícito, legítimo y apropiado en todo sentido". 

     Realmente, vivimos en un mundo en el que Estados Unidos es la gran potencia que lo controla todo. Ella rige los destinos del mundo occidental, y decide por sí misma que Estado hace bien o mal las cosas, según influya en su supervivencia o bienestar. Gracias a Dios, la sociedad plural en la que vivimos nos permite estudiar, aprender y conocer lo que verdaderamente ocurre alrededor nuestro. Solo el ciego que no quiera ver lo que hay detrás de todo esto, es el que luego se preguntará: ¿qué ha ocurrido que en este mundo ha desaparecido la libertad? Y nosotros responderemos: Nunca hubo libertad, solo que te pusieron un bistec de ternera envenenado, y tú has decidido comértelo sin saber de donde venía. 

     Robert Jackson, fiscal jefe estadounidense que participó en los juicios de Núremberg, dijo lo siguiente:
"Si ciertos actos de violación de los tratados son crímenes, son crímenes independientemente de si los comete Estados Unidos o Alemania, y no estamos preparados para establecer una regla de conducta criminal contra otros que no estemos dispuestos a aceptar que otros invoquen contra nosotros... Nunca debemos olvidar que la historia nos juzgará mañana. Pasar a estos acusados un cáliz envenenado es ponerlo también en nuestros labios".

     El Imperio del mal, el Imperio de la fuerza, y el Imperio del terror están delante nuestro, y servidos en una bandeja para que todos lo veamos. Pero la miopía occidental es abismal, y tan profunda, que es imposible de colmatar y superar. Stalin, Hitler o Mao no son tan diferente de Bush. Todos ellos cometieron un "crimen internacional supremo", el crimen de la agresión, para salvar su pueblo de una terrible amenaza contra su Nación. Según Chomsky, tenemos dos posibilidades: "aceptamos que Bush y los suyos son culpables de un crimen internacional supremo..., o bien declaramos que los juicios de Núremberg fueron una farsa y los Aliados son culpables de asesinato judicial". 

     Chomsky acaba esta fantástica e inmejorable obra con unas palabras claves:
"Queda mucho por decir, pero incluso los hechos más obvios y elementales deberían darnos bastante en qué pensar".

- Chomsky, Noam; La Era Obama y otros escritos sobre el imperio de la fuerza, Barcelona, 2011.

1 comentario:

  1. ...se les llena la boca de libertad y democracia y de lo único que la tienen llena es de mierda... matan y asesinas x ellas!!. Hay justicia? ninguna. No se puede poner fin a todas estas acciones.
    Estos imperios se rigen bajo la bandera del mal, la sociedad no es consciente de ello? que deberiamos de hacer? Luchar contra estos imperios es imposible? está en nuestras manos hacer algo? o en manos de quien? Leo muchos artículos hablando de los ejes del MAL... pero no hay ninguno que me de soluciones.
    Gracias por recordarme y recordarnos que el mundo está podrido y que huele a mierda...por que así es! Sólo, no olvidando y recordando empezaremos a luchar por una posible vida en armonia.

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