martes, 23 de agosto de 2011

LA GUERRA DE TROYA

El Juicio de Paris.

     Ilión, más conocida como Troya, fue una ciudad fortificada y amurallada de Asia Menor. Gobernada por el anciano Príamo, cuyos famosos hijos eran Héctor y Paris; e hijas Casandra y Creúsa. Paris, el hijo menor de la prole, se decía qte tenía una belleza sobrenatural, casi divina. Fue entonces, entre la disputa de tlas res grandes diosas del Panteón griego: Hera, Atenea y Afrodita cuando Zeus, dios supremo del Olimpo,decidió que el joven actuara como juez que decidiera cual de ellas era la más guapa. Cada una de las diosas le ofreció una cosa:



- Fue Hera, hermana y esposa de Zeus,  y protectora de las mujeres casadas, quien le ofreció el dominio de toda Asia.

- Fue Atenea, diosa de la guerra, la razón y el pensamiento, la que le persuadió en conseguir la victoria en todos los combates, luchando ella, invencible, a su lado.

- Fue Afrodita, diosa del amor y la belleza, la que le ofreció la mujer más bella del mundo conocido, que era en ese momento Helena de Esparta. Paris, deseoso de buscar el amor, como muchos de los mortales, eligió esta última opción. Fue el famoso Juicio de Paris.

Áyax y Aquiles jugando a los dados.
     Fue Paris, encabezando una embajada hacia Esparta, quien fue a recoger a su "amada". Ésta era esposa de Menelao, hermano del gran Agamenón. Allí, aprovechando la ausencia de su marido, y ayudado por la potente persuasión de la diosa Afrodita, consiguió atraerse a Helena y marcharse con ella rumbo a su casa. Es este, sin duda, el origen mitológico para explicar la disputa entre las dos grandes ciudades, y el principio de la Guerra de Troya. Casandra, profetisa de Apolo, ya había augurado malos presagios con esa llegada.

      Menelao, enfurecido ante el Rapto de Helena, que en verdad había sido totalmente voluntario, decidió vengarse. Reunió a todos los jefes de las distintas ciudades de toda la Hélade para, unidas, llevar a cabo un ataque conjunto contra Troya. Agamenón, el inmortal Aquiles y su fiel amigo Patroclo, el gran guerrero Áyax, el sabio y prudente anciano Néstor, el astuto Ulises,... entre otros.

     Por otra, en el bando troyano, también batallaron importantes guerreros que tendría una gloria inmensa. Héctor, Paris, Eneas,...

     No comenzó bien el viaje hacia Troya para los griegos. El mar carecía del viento necesario para que los barcos pudieran surcar las olas. Se decía que ese hecho venía motivado por la ira de Ártemis contra el jefe griego Agamenón. Para proseguir la marcha, la diosa le exigía el sacrificio de su hija Ifigenia, lo cual hizo, granjeándole el odio de su esposa Clitemnestra.

Muerte de Patroclo.
 

     Troya resistió durante nueve años los embites continuos de los helenos, asentados durante largo tiempo en la costa de Asia Menor en campamentos. Desde el principio de la batalla, se habían percibido las notables diferencias entre Agamenón y Aquiles. Y es que Aquiles era un joven dotado de una gran fuerzam pero también personalidad, pues no dejaba que nadie le dijese lo que tenía que hacer. La rivalidad entre ambos se hizo manifiesta cuando el gran Aquiles se retiró del combate. Fueron entonces los troyanos quienes, aprovechando la ausencia del gran guerrero griego, infringieron dolorosas derrotas a los helenos. Fue en una una de ellas en la que murió el amigo fiel de Aquiles, Patroclo, a manos de Héctor. 

Áyax lleva el cuerpo muerto de Aquiles.
     Aquiles, tras llorar el cadáver de su amigo, se armó de nuevo para la batalla y dio una terrible muerte a Héctor, vemgando así a Patroclo. Príamo tuvo que realizar un fuerte sacrificio para poder recuperar el cuerpo de su hijo muerte y velarlo. Poco después, Paris a su vez, pudo vengar a su hermano mayor hiriendo de gravedad a Aquiles en la única zona vulnerable de todo su cuerpo: el talón

Caballo de Troya.
 




     Se dice que, finalmente, la ciudad de Troya cayó gracias al engaño. Los helenos, haciendo creer a los troyanos que se rendían y marchaban de la región, decidieron hacer un enorme caballo de madera como ofrenda a los dioses para tener un buen camino de vuelta a casa. Fue el famoso Caballo de Troya. Éste iba surtido en su interior de numerosos guerreros armados que, aprovechando la noche de celebración de la victoria por los troyanos, ebrios y cansados, salieron del caballo para acabar con los troyanos y conquistar la ciudad.

     Se cree, según opinan los historiadores, existió una Troya alrededor del III Milenio a.c. Sus restos arqueológicos fueron descubiertos por el arqueológo alemán Heinrich Schliemann, quien descubrió algunos de los niveles cronológicos e históricos de la ciudad. Sin embargo, éste fue incapaz de detectar los niveles estratigráficos vinculados con la Troya homérida. Podemos pensar que existió una Troya similar, tal y como la describe Homero o los Homéridas en la Odisea y en la Ilíada; sin embargo los restos arqueológicos no coinciden con las fuentes documentales que hablan de esa época. Pensamos que sí hubo una guerra, pero no motivada por el amor entre Paris y Helena, si no por una cuestión de muchísimo mayor calado político y económico, como era el control del Estrecho de los Dardanelos en su paso al Mar Negro. Era ese el granero mundial de trigo y, por tanto, un elemento importante de control geoestratégico. Troya era, por tanto, un rival a batir para la Hélade.

Reconstrucción de la Troya e Homero (siglo VIII a.c.)

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