“Querido hermano: Creo más oportuno ese tratamiento, pues me dirijo más bien al hombre-hermano que al zar. Un tercio de Rusia se halla en estado de prevención, o sea, fuera de la ley. El ejército de policías uniformados y secretos aumenta sin cesar. Las cárceles, lugares de destierro y presidio están repletos, además de cientos de delincuentes comunes, de presos políticos a los que ahora se añaden también los obreros. La censura ha llegado a tales absurdos en las prohibiciones como no ha llegado en los peores tiempos […].
Y como resultado de toda esta intensa y despiadada labor de gobierno la población agrícola […] va empobreciéndose de año en año hasta el punto de que el hambre se ha convertido en un fenómeno normal […].
La autocracia es una forma de gobierno caduca que puede corresponder a las exigencias de un pueblo en algún sitio del Asia Central, apartada del mundo entero; pero no a las exigencias del pueblo ruso que se ilustra más y más...”
“¡Oh zar! Somos más de 300.000 seres humanos, pero solo lo somos en apariencia, puesto que en realidad no tenemos ningún derecho humano. Nos está vedado hablar, pensar, reunirnos para discutir nuestras necesidades y tomar medidas para mejorar nuestra situación. Cualquiera de nosotros que se manifieste a favor de la clase obrera puede ser enviado a la prisión o al exilio. […] Tú has sido enviado para conducir al pueblo a la felicidad. Pero la tranquilidad nos es arrancada por tus funcionarios, que no nos reservan más que dolor y humillación. […]
Rusia es muy extensa y sus necesidades demasiado múltiples para que pueda ser dirigida por un gobierno compuesto únicamente de burócratas. Es absolutamente necesario que el pueblo participe en él, pues solo él conoce sus necesidades. No le rehúses el socorro a tu pueblo. […] Permite para ello que se proceda a la elección de una Asamblea Constituyente bajo el régimen del sufragio universal. […]”
10 de enero de 1905.
“Ciudadanos del Estado ruso:
Un gran acontecimiento se ha producido. El antiguo régimen ha sido derrocado gracias al poderoso impulso del pueblo ruso. Ha nacido una Rusia libre y nueva […].
Paralelamente a las medidas que se tomen para defender al país del enemigo, el gobierno considerará como deber esencial suyo permitir que se exprese la voluntad popular en lo que concierne a la elección de un régimen político, y convocará la Asamblea Constituyente en el plazo más breve posible sobre la base del sufragio universal directo, igual y secreto […].
La Asamblea Constituyente promulgará las leyes fundamentales que garanticen los derechos inalienables del país a la justicia, a la libertad y a la igualdad.”
6 de marzo de 1917
1. Nuestra actitud hacia la guerra […] no admite concesión alguna por pequeña que sea […].
2. La peculiaridad del momento actual en Rusia es el paso de la primera etapa de la revolución […] a su segunda etapa, que debe poner el poder en manos del proletariado y de los sectores pobres del campesinado […].
3. No dar ningún apoyo al gobierno provisional.
4. Reconocer que en la mayor parte de los sóviets de diputados obreros nuestro partido está en minoría […]. Explicar a la masa que los sóviets de diputados obreros son la única forma posible de gobierno revolucionario.
5. No a una república parlamentaria […] sino a una república de los sóviets de diputados obreros […].
6. Confiscación de todas las tierras de los terratenientes. Nacionalización de las tierras del país […].
7. Fusión inmediata de todos los bancos del país en un banco nacional único, sometido al control de los sóviets […].
LENIN, 3 de abril de 1917.
“El Segundo Congreso de la Internacional Comunista acuerda que las condiciones de ingreso en la misma son las siguientes:
7. Los partidos que deseen pertenecer a la Internacional Comunista están obligados a reconocer la necesidad de una ruptura total y absoluta con el reformismo. (...)
8. En cuanto a las colonias y a las nacionalidades oprimidas (...) tienen el deber (...) de apoyar de hecho, no de palabra, todo movimiento de liberación (...), de educar a los obreros de su país en un espíritu de verdadera fraternidad hacia los trabajadores de las colonias y nacionalidades oprimidas. (...)
10. (...) Deben apoyar, por todos los medios, la naciente organización de sindicatos rojos adheridos a la Internacional Comunista. (...)
13. Los partidos que pertenezcan a la Internacional Comunista deben estructurarse sobre la base del principio del centralismo democrático.
17. Todas las decisiones de los congresos de la Internacional Comunista, así como los acuerdos de su comité ejecutivo, son obligatorias para todos los partidos adheridos a la Internacional Comunista. (...)
18. (...) Cada uno de los partidos que desee entrar en la Internacional Comunista debe llevar este título. Partido Comunista de tal país (...).”
7. Los partidos que deseen pertenecer a la Internacional Comunista están obligados a reconocer la necesidad de una ruptura total y absoluta con el reformismo. (...)
8. En cuanto a las colonias y a las nacionalidades oprimidas (...) tienen el deber (...) de apoyar de hecho, no de palabra, todo movimiento de liberación (...), de educar a los obreros de su país en un espíritu de verdadera fraternidad hacia los trabajadores de las colonias y nacionalidades oprimidas. (...)
10. (...) Deben apoyar, por todos los medios, la naciente organización de sindicatos rojos adheridos a la Internacional Comunista. (...)
13. Los partidos que pertenezcan a la Internacional Comunista deben estructurarse sobre la base del principio del centralismo democrático.
17. Todas las decisiones de los congresos de la Internacional Comunista, así como los acuerdos de su comité ejecutivo, son obligatorias para todos los partidos adheridos a la Internacional Comunista. (...)
18. (...) Cada uno de los partidos que desee entrar en la Internacional Comunista debe llevar este título. Partido Comunista de tal país (...).”
Segundo Congreso de la Tercera Internacional. Julio-Agosto de 1920. Condiciones para ingresar en el Komintern.
1. […] paz inmediata […]
El gobierno obrero y campesino instituido por la revolución del 24-25 de octubre y apoyándose en los Sóviets de diputados, obreros, soldados y campesinos, propone a todos los pueblos en guerra y a sus gobiernos entablar inmediatamente conversaciones con vistas a una paz democrática equitativa. […] inmediata sin anexiones ni indemnizaciones […].
2. Decreto sobre la tierra.
a) La gran propiedad sobre el suelo se declara inmediatamente abolida sin ninguna indemnización. b) Las fincas de los terratenientes, al igual que todas las tierras de la corona, los conventos, la Iglesia, con todos sus ganados y aperos, sus edificios y todas las dependencias, pasan a depender de los comités agrarios comarcales y de los Sóviets […].
3. La formación del gobierno.
El Congreso de los Sóviets de diputados obreros, soldados y campesinos de toda Rusia decide, en tanto se reúne la Asamblea Constituyente, formar un gobierno provisional obrero y campesino que llevará el nombre de Consejo de Comisarios del Pueblo […].
Segundo Congreso de los Sóviets de todas las Rusias, 25-26 de octubre de 1917.
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