“…son frecuentes entre la población de muchos lugares del reino diversas formas de enfermedad epidémica… propagada principalmente entre las clases que trabajan entre impurezas atmosféricas producidas por la descomposición de sustancias animales y vegetales, por la humedad y la suciedad y cerca de viviendas atestadas; también están presentes en lugares donde las viviendas están separadas, en pueblos rurales o ciudades, especialmente en los barrios más pobres. Dicha enfermedad siempre está relacionada con las circunstancias físicas antes señaladas, y cuando dichas circunstancias son eliminadas por un buen drenaje, limpieza apropiada, mejor ventilación u otro medio de disminuir la impureza atmosférica, la frecuencia y la intensidad de dicha enfermedad disminuye. Que la pérdida anual de vidas humanas a causa de la suciedad y la mala ventilación es mayor que la de muertos o heridos en cualquiera de las guerras en las que el país se ha comprometido en los últimos tiempos. De las 43.000 viudas y 112.000 huérfanos indigentes, aliviados por las ayudas de la beneficencia pública en Inglaterra y Gales, la mayor parte son causadas por la muerte de los jefes de familia debida a las razones ya señaladas. La edad media de estos no rebasaba los 45 años; es decir, 13 años por debajo de la esperanza de vida que tiene la población de Suecia.”
Informe de Edwin Chadwick, miembro del Comisionado para las Leyes de Pobres, sobre una encuesta acerca de las condiciones sanitarias de la población trabajadora británica, 1842
1.- I. Queda sancionado […] que todos los contratos, convenios y acuerdos de todo tipo que en cualquier momento se estipulen desde ahora entre cualquier obrero de la industria y otras personas con el fin de obtener aumentos de salarios para ellos mismos o para cualquier otro de ellos, o para cualquier otro obrero a jornada o trabajador, u otro de cualquier industria, comercio o empleo o con el fin de disminuir o alterar el horario habitual o el tiempo de trabajo, o para obstaculizar o impedir a una o más personas que contraten a quien consideren más adecuado para el empleo o con el fin de controlar o limitar a las personas que dirigen una industria, comercio o empresa […], será ilegal, nulo y de ningún efecto. Combination Law, 1800.
2.- Hemos recibido información de que Vd. es el dueño de esas detestables máquinas de hilar, y mis hombres me han solicitado que le advierta de que debe destruirlas. Si no las destruye antes de fines de la semana próxima, enviaré al menos doscientos hombres para que las destruyan. Si Vd. dispara contra ellos, tienen órdenes de matarlo y quemar sus propiedades. Dígaselo a sus vecinos e infórmeles de que lo mismo les espera a ellos si sus máquinas no son destruidas. Carta anónima enviada a un fabricante de Huddersfield en 1812. Firmada por el general del ejército Ned Ludd.
3.- Creemos que el sufragio universal nos dará cerveza, pan y carne. El sufragio universal procurará la felicidad universal; la felicidad universal existirá, o nuestros tiranos, nuestros opresores, compartirán la miseria que nosotros hemos soportado durante tanto tiempo. Creedme, no hay argumento semejante al sable, y el fusil no tiene réplica […] El pueblo es entusiasta y está resuelto, se arma y se dispone a ensayar la virtud del acero. Proclama del sector radical cartista, dirigido por Feargus O’Connor, Londres, febrero de 1839.
“…es ya hora de que los comunistas expresen a la luz del día y ante el mundo entero sus ideas, sus tendencias, sus aspiraciones, saliendo así al paso de esa leyenda del espectro comunista con un manifiesto de su partido. Con este fin se han congregado en Londres los representantes comunistas de diferentes países y redactado el siguiente manifiesto, que aparecerá en lengua inglesa, francesa, alemana, italiana, flamenca y danesa….Toda la historia de la sociedad humana, hasta el día, es una historia de luchas de clases. Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaría de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes.”
Karl MARX y Friedrich ENGELS, Manifiesto comunista, 1848.
“Arriba los pobres del mundo,
en pie los esclavos sin pan
y gritemos todos unidos:
¡Viva la Internacional!
en pie los esclavos sin pan
y gritemos todos unidos:
¡Viva la Internacional!
Removamos todas las trabas
que oprimen al proletario,
cambiemos el mundo de base,
hundiendo al imperio burgués.
que oprimen al proletario,
cambiemos el mundo de base,
hundiendo al imperio burgués.
Agrupémonos todos,
en la lucha final,
y se alcen los pueblos
por la Internacional. (Bis)
en la lucha final,
y se alcen los pueblos
por la Internacional. (Bis)
El día que el triunfo alcancemos
ni esclavos ni dueños habrá
los odios que al mundo envenenan
al punto se extinguirán.
ni esclavos ni dueños habrá
los odios que al mundo envenenan
al punto se extinguirán.
El hombre del hombre es hermano
cese la desigualdad
la tierra será el paraíso,
patria de la humanidad.
cese la desigualdad
la tierra será el paraíso,
patria de la humanidad.
Agrupémonos todos,
en la lucha final
y se alcen los pueblos
por la Internacional.
Agrupémonos todos,
en la lucha final
en la lucha final
y se alcen los pueblos
por la Internacional.
Agrupémonos todos,
en la lucha final
Y se alcen los pueblos ¡con valor!
Por la Internacional.”
Por la Internacional.”
Himno del Proletariado
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